Los delincuentes realizaban compras de artículos electrónicos y electrodomésticos por internet y luego enviaban comprobantes de pago truchos a los dueños. Según los investigadores, habrían estafado a unas 30 personas.
Personal del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA), desbarató una extensa red criminal acusada de realizar operaciones de compraventa de electrodomésticos y electrónica fraudulenta a través de redes sociales.
La causa tuvo su origen en mayo del corriente año, a partir de una denuncia realizada por una mujer, quien aseguró haber sido víctima de una estafa virtual por medio de una reconocida plataforma online.
Dicho ardid sucedió cuando la damnificada efectuó la venta de su computadora y, momentos después, un supuesto comprador le envió un falso comprobante de pago, por lo cual jamás recibió el dinero acordado.
A partir de este hecho, la Fiscalía Federal en lo Criminal y Correccional de Tres de Febrero, a cargo del Dr. Jorge Claudio Sica, encomendó a los efectivos de la División Antifraude de la PFA, la correspondiente investigación del caso para dar con el paradero de los responsables.
En consecuencia, los uniformados efectuaron diversas tareas de campo y análisis de datos, estableciendo que tres sospechosos se encontraban alojados en el Complejo Penitenciario de Campana, cumpliendo condena por diversos delitos.
No obstante, se determinó que desde allí “compraban” desde la citada plataforma varios productos para el hogar. Sin embargo, tales adquisiciones no eran reales, puesto que utilizaban comprobantes apócrifos y se respaldaban en un perfil falso de un oficial de la Policía Bonaerense, con el objetivo de mostrar cierto grado de seguridad y ganarse la confianza de los clientes. Inclusive, mostraban la credencial de grado de ese efectivo.
Con el avance de las pesquisas, se comprobó que luego de concretar la compraventa de cada producto, enviaban al domicilio de la víctima un automóvil de aplicación para retirar el producto de la operación (para lo cual contaban con apoyo y logística desde fuera del penal). Una vez que el mismo arribaba al domicilio pautado, le enviaban al vendedor un comprobante de pago falso como constancia de la transferencia bancaria, logrando así que la víctima entregue el producto sin recibir el pago correspondiente.

